Al pie del Tabernáculo

2 – Signos del Cielo y del Infierno.


Clínica Universitaria de Navarra.
Ana Llobet tiene el parto atrasado un par de días y camina pesadamente hacia la Capilla. Tímidamente, se acerca al joven sacerdote que, sentado en el último banco, lee su Breviario.
-¿Padre?
-¿Sí?
-Quisiera recibir la Unción de los Enfermos, mi hijo no nace, ¡y tengo miedo!
-Venga, tome asiento.
-Gracias.
-¡Con cuidado!... ¡Hmmm!... ¡Parece enorme!
-¡Lo es! Pesa más de cuatro kilos...
-¡Santo Dios! Un varón, ¿verdad?
-El primero.
-¡Dios la está bendiciendo!
-¡Ya lo creo!... ¡Ja, já! ¡Se está moviendo!
-¿Puedo? – preguntó el cura, acercando su mano al vientre de la señora.
-¡Claro! Debe estarse encajando... ¡Ahhhhhh!
-¿Contracciones?
-¡¡Sí!!... ¡Oh, Dios!... ¡¡Rompí la fuente!!
-¡Oh, oh!... ¡No se mueva!... Apóyese en estos almohadones... ¿Puede esperar unos minutos?
-Creo que sí...
-Voy a llamar al partero de guardia... ¡lo mío es bautizar!
-¡Cierto! ¡Ahhh! – la señora intentó sonreír, pero estaba asustada... Para cuando el sacerdote regresó con el obstetra, el bebé había nacido... al pie del Tabernáculo.
-¡Por Dios! – exclamó el médico - ¡Sí que tenía prisa por venir al mundo!... ¡es un varón!
-¡Ya puede usted darle el Agua del Socorro, Padre! – suspiró la mujer, mientras el lloroso recién nacido reclamaba su primer alimento.
-¿Qué nombre va a ponerle?
-Jordi, como su abuelo. – respondió Ana, mientras dos enfermeros la subían a una camilla, antes de trasladarla con el neonato al quirófano. El joven clérigo se quedó de pie, pensativo. Nunca antes había vivido algo así, ni sentido tanto miedo. Un miedo mortal, que lo atormentaría de allí en más, cada vez que administrara el Bautismo. Años más tarde de manos del propio Jordi, comprendería el por qué. Así y todo, un extraño presentimiento lo llenó.
-(“Jamás vi cosa igual... este niño tiene un gran futuro... nació a los pies del Señor... Quizás nunca llegue a verlo, pero estoy completamente seguro de que va a ser sacerdote... ¡Y un sacerdote muy bendecido!”)

Se oye un grito aterrador en el claustro... La calma y la paz, tan habituales en ese lugar, se pierden por completo. El desesperado llamado viene de la celda de fray Fernando. Sosteniéndose, más que asomándose por la puerta, se vio a un pálido novicio.
-¡Fray Ángel, ¿qué sucede?!
-¡V-véalo usted mismo, Fray Fernando! – el fraile ingresó al lugar, para paralizarse de horror, pero no se sorprendió. Por desgracia, no era nada nuevo. Todo le era repulsivamente familiar. Este tipo de señales aparecieron mucho antes, en sus pesadillas. Ahora eran parte de una inevitable realidad.
-Un aviso...
-¡¿Aviso?!
-Sí... Lamentable y difícil de comprender... pero aviso al fin.
-¡Pero, ¿qué es lo que avisa?!
-El inicio de una etapa muy esperada... – susurró Fray Fernando, mientras su mirada recorría la inexplicable escena: un torrente de sangre semi coagulada, que había manado del crucifijo en la pared opuesta, llegaba hasta la cama, en la que un murciélago yacía atravesado por una estaca tallada en madera de roble, con la forma de un capullo de rosa. La sangre sobre el arma hacía que la madera se viera de color carmesí – Está sucediendo...
-¡¿Qué cosa?!
-Ya no es un sueño...
-¡¡Fray Fernando, por Dios, ¿de qué habla?!!
-Hermano, yo me ocuparé de esto, usted guárdelo como si fuese su primer secreto de Confesión... Y hágame un favor...
-¡¿Cuál?!
-Vaya a la secretaría parroquial y busque en los registros del libro de Bautizos, a todas las niñas que estén apuntadas para el resto del año...
-¡De inmediato!


-¡Papá, por favor! El médico no me permite levantarme de la cama, ¡tienes que ir!
-¡¿Por qué no lo ha hecho tu marido?!
-¡Ya sabes cómo es él! Siempre está tan ocupado... ¡Te lo suplico, tienes que reservar la Catedral desde ahora!
-¡Está bien! ¡Iré!... ¿Qué fecha me dijiste?
-Doce de Agosto.
-Nadie de la familia, se ha bautizado en esa fecha, es pleno verano, todo mundo está de vacaciones.
-¿Qué hay de malo en eso? La fiesta puede hacerse en nuestro nuevo barco, es una excelente excusa para inaugurarlo, ¿no crees?!
-La verdad, ¡no lo había pensado! Descansa, volveré en una hora.
-¡Estaré bien!
-¿Lo prometes?
-¡Lo prometo!

-(“Se lo prometí a Fray Fernando... y debo cumplir... aunque me ha pedido cosas más descabelladas... vamos a ver... Bautismo... ¡Aquí está!... Hmmm... 1983... ¡Ajá!... Bien... ¡comienza la búsqueda!”)

-¡GRRR!... ¡¡COMIENCEN LA BÚSQUEDA!! LA SEMILLA DE LAS ASESINAS HA SIDO NUEVAMENTE SEMBRADA... DESTRUYAN A LA MUJER GRÁVIDA, Y LA SÉPTIMA GENERACIÓN DEBERÁ ESPERAR OTROS CIEN AÑOS... LO CUAL NOS DARÁ EL TIEMPO SUFICIENTE PARA AMPLIAR NUESTRO EJÉRCITO DE SUPERIORES, MAESTROS Y CENTINELAS... Y PARA HACERNOS INMUNES A CUALQUIER ARMA QUE ESTOS IMBÉCILES MORTALES... CREAN CAPAZ DE DAÑARNOS... AHORA, ¡TRABAJEN!... YO DORMIRÉ UNOS AÑOS MÁS... ESTO ES COSA DE PRINCIPIANTES... – el sujeto estaba de espaldas. Era alto y fornido, con una elegancia principesca. Estaba envuelto en una capa de raso negra. Luego de su breve discurso, desapareció en las sombras.
(continuará...)

Comentarios

Entradas populares