Maggie Mae

3 - “THE BEATLES”

Paris.

Enero 31.

-¡Hhhh!... ¡Estoy tan cansado!... – bostezó John, mientras se dejaba caer pesadamente en la cama – Necesito unas horas de sueño... No he dormido bien en muchos días...

-¿Pudiste hablar con Cynthia? – preguntó Paul.

-Un par de minutos... Dice que Julian está enorme... ¡y travieso! ¡Casi camina!

-Te gustaría verlo, ¿verdad?

-¡Por supuesto! Tal parece que como van las cosas, Cynthia y él vendrán con nosotros a Nueva York...

-¡Buenas noticias!

-Sí... ¡Hhhhh!... Creo que dormiré una siesta... Despiértame si se nos hace muy tarde...

-De acuerdo... ¿Te molesta si reviso mi último tema?

-No, ¡claro que no! ¡Adelante! – Paul, con su guitarra acústica, desgrana los acordes de lo que más adelante será “Yesterday”.

-¡Oye!... Eso suena muy bien... – exclama George Martin, ingresando.

-¿Te parece? Me recuerda a una canción que me cantaba mi padre cuando era niño... Me falta ponerle letra... Y hay poco tiempo para eso aquí... y para los arreglos... ¿Alguna idea?

-Es una melodía muy dulce... Agregándole instrumentos de cuerdas...

-... quedaría melancólica... – continuó John, semidormido.

-Esa es la idea...

-¡Funcionará! – concluyó Ringo, el último en ingresar a la suite.

Nueva York.

-¿Crees que funcionará, Rita?

-¡Claro que sí! Además, en ese sector siempre hay algún cortejo fúnebre... el resto será sencillo, ¡si corremos!

-¡Y correremos! – exclamó Laura.

-¿La tendrás lista para ese día?

-Puedo hacerla en un tiempo récord, ¡con los ojos cerrados! No olvides que nací en una florería...

-¡Maravilloso!... Bien, yo bajo aquí... ¡Adiós, nos vemos el lunes!

-¡Adiós! – Rita baja del vehículo y cruza la calle.

-(“¡Mamá me prometió el disco, si sacaba una A en matemática!... eso es lo que traigo aquí mismo, entre mis libros y carpetas, de modo que tendrá que cumplir con lo pactado... ¡Sólo espero que el LP no se haya agotado durante la mañana!... Sería como tirar a la basura tanto esfuerzo en la asignatura más odiosa que existe... Y no se me olvida que también debo aprobar Historia, si es que quiero ir a verlos al Coliseum de Washington... Además, Laura me mataría si no la llego a acompañar... bueno... fin del camino... ¡Allí está mamá!”) ¡Hola, mamá!

-¡Hola, cariño! ¿Cómo te fue?

-¿Qué crees? ¡Saqué una A!

-¡Felicitaciones!

-¡Entonces, ¿entramos?!

-¡Entremos! – madre e hija ingresan a la tienda de discos.

Este es! “Meet The Beatles” ¡Mira qué foto!

-¡Oye, qué guapos!

-¡Ni que lo digas, mamá! – Rita, disco en mano, se dirigió a la caja.

Camino a casa, el incómodo silencio de su madre la preocupó...

-¿Sucede algo, mamá?

-Sí... debo hablar contigo, muy seriamente...

-Como quieras.

-¡Vayamos a tomar un café!

-Bien – entran ambas a un local de comidas rápidas, en el que piden un café y una gaseosa – Te escucho.

-Tienes que ayudarme.

-Haré lo que sea.

-Podría perder mi trabajo si algo sale mal.

-¿Cuál es el problema?

-Los Beatles...

-¡No!

-Sí...

-¡¡Ellos...!!

-¡¡Shh!! ¡Baja la voz!... Estarán en el hotel... los atenderé personalmente.

-¡Mamá! ¡No lo puedo creer! ¡Es maravilloso! ¡Es... ¡es mi sueño hecho realidad!!

-Sé como te sientes... Pero lamentablemente, no todo es como parece... el gerente me ha pedido que te discipline... lo ideal sería enviarte con tu tío a Miami...

-¡¡No puedes hacerme esto, mamá!! ¡¡Ese viejo dinosaurio, no sabe lo que dice, no es capaz de distinguir una jota de un tango!!

-No quiero hacerlo.

-Tengo un examen... Te prometo que me encerraré a estudiar en el desván las veinticuatro horas, ¡juro que no me moveré de allí...! ¡¡Pero no me envíes con el tío Al!!... ¡¡Por favor!!

-¡Hhhh!... ¡Cálmate!... No pienso hacerlo... Sólo termina con tus exámenes... No irás al colegio después... ni saldrás del hotel bajo ninguna excusa, a no ser que se incendie, no harás ningún tipo de llamadas telefónicas y por supuesto, no hablarás de esto, absolutamente a nadie...Y si te va tan bien como hasta ahora... tal vez te permita que me acompañes... (“Subidos en su pedestal de oro como están, ¡ni se molestarán en mirarla!”)

-¡De acuerdo!

-Bien... ¡¿Qué esperas para sacar los libros?!

-¡Aquí están!– Rita se dispuso a cumplir su promesa, de inmediato. Así y todo, su cerebro ya buscaba la forma de adelantarse a las promesas de su madre.

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