Al pie del Tabernáculo
5 – Alianzas
Palma de Mallorca.
Agosto 11.
7:30 hs.
Un repentino revuelo invade la tranquilidad de la Catedral de Santa Clara de Asís. Se oyen gritos de horror, por parte de las empleadas de la limpieza. Nadie se explica cómo sucedió. El Templo ha sido profanado. Los bancos están invertidos y alguien sacrificó animales sobre el Altar Mayor. El Superior del convento, única autoridad en funciones a tan tempranas horas de la mañana en plenas vacaciones, ha sido llamado con urgencia...
-¡¡Por el Amor de Dios!!... ¡¡¿Quién pudo?!! – exclamó el clérigo, al borde del desmayo. En medio de la conmoción, e ignorándola por completo, Fray Fernando regresa al claustro por unos días, para poner sus papeles en orden y para enterarse de que lo que tanto temía ha vuelto a suceder.
-¿Qué es todo este escándalo?
-¡Eso mismo, Fray Fernando, un escándalo!
-¡No diga! (“Odio admitirlo, pero tengo un terrible presentimiento.”)
-¡Lo que oye! ¡Es de no creer! ¡Han profanado la Catedral!
-¡Oh, no! (“He llegado justo a tiempo... el Misal Prohibido por la Inquisición, que traje directamente del convento Jesuita, servirá para purificar el Templo... el hermano David estaba en lo cierto, cuando me aconsejó no separarme de él hasta que Clarisa esté fuera de peligro...”)
-¡Y muy mal momento han escogido estos gamberros!
-¿Por qué? (“¿Estará ausente el Obispo nuevamente?”)
-¡Pues porque mañana por la mañana tenemos el Bautizo de una niña de la Alta Sociedad! ¡Nada menos que la hija de don Rodrigo Suárez Puig!
-Sí, lo sé. Justamente a eso he venido. Yo debo bautizarla.
-Pensamos que sería el mismo Obispo...
-(“Sigue mi mal presentimiento... desde que tengo uso de razón, jamás he visto al Obispo administrar Sacramentos que no fueran el Orden o en un caso de emergencia, la Unción de los Enfermos, y siempre de noche...”) La señora Suárez me lo encargó especialmente... ¿Qué sucedió?
-Satanistas.
-¡Cielos! (“No me extraña... el día anterior al Bautizo de la Cazadora... lo que sigo sin entender, es por qué quiere bautizarla el Obispo... todo esto se ve muy raro...”) ¿Dónde está Fray Ángel? No ha ido a recogerme al aeropuerto...
-Temí que hiciera esa pregunta, Fray Fernando...
-(“Creo adivinar...”) ¿Le sucede algo malo? ¿Está enfermo?
-El hermano Ángel... desertó...
-¡Imposible! (“Siempre estuvo muy apegado a mí... debí llevármelo mientras pude...”)
-Aunque no lo crea, así fue...
-¿Alguna excusa?
-Una mujer...
-¡Juventud! (“Hmmm... Primero se va Fray Ángel... luego profanan el Templo... Todo en un lapso menor a dos meses... pero las cuentas no terminan de cerrar... ¿Cómo es que pudieron ingresar al Templo desde fuera, sin ayuda? ¡Es imposible! Hay personal de seguridad y alarmas... ¡Alguien tuvo que allanarles el camino!... Tenemos un traidor...”)
-¿En qué piensa, Fray Fernando?
-En limpiar el Santuario para mañana, ¿quiere usted ayudarme Fray Augusto?
-Claro, Fray Fernando... – el sacerdote abrió su maleta y de ella extrajo un antiquísimo Misal, en el que señaló con una cinta guía de oro, el Ritual de Exorcismo. Los dos frailes bajaron las escaleras, cruzaron los patios y llegaron al Templo, que en ese momento se hallaba en completo silencio.
-Bien. Parece que la policía ya hizo su trabajo... Ahora, hagamos el nuestro... – Fray Fernando se colocó una sobrepelliz y una estola morada. Seguidamente, inició el recitado del exorcismo en Latín, mientras Fray Augusto bendecía el lugar. Diez horas más tarde, ya bien entrada la noche, los dos caminaban por los jardines, cuando una extraña conversación los detuvo.
-¡Silencio! – murmuró Fray Fernando – No interrumpa...
-Presenta tu informe, esclavo.
-Todo se hizo de acuerdo con las órdenes del AMO. Mañana, ese bautizo no tendrá efecto mientras yo lo realice... A menos que regrese el Tutor, pero es muy poco probable que eso suceda, lo hemos enviado muy lejos de aquí, le esperan varios años de exilio... El Amo puede permanecer tranquilo y engrandecer su ejército, al menos por otros cien años.
-Buen trabajo. Preséntate a medianoche en el castillo, allí serás debidamente recompensado... procura no ser atrapado antes de eso.
-¡Vámonos ya! ¡No necesito oír más! – susurró el fraile, cuyo cerebro ya elaboraba un plan para continuar protegiendo a Clarisa.
-No entiendo nada, ¿de qué amo hablaba el señor Obispo? – se atrevió a preguntar Fray Augusto.
-No le agradará saberlo...
-T-tiene algo que ver con la profanación, ¿verdad?
-Así es...
-Entonces él...
-Sí, Fray Augusto... la permitió... Nos ha estado traicionando durante años.
-¡¿Qué vamos a hacer?!
-Por ahora, sólo se me ocurre una cosa...
-¿Puedo ayudar?
-Por supuesto... consiga una partida completa de Rosarios de San Benito, de los que son hechos con pétalos de rosa.
-Creo que hay en la librería parroquial, no se han sacado a la venta.
-¡Y para nada me extraña! Apodérate de todos los que puedas, y cuélgalos de las rejas de los ventanucos de las puertas de todas las celdas y dormitorios. Especialmente del Obispo y del Superior. Debes comenzar unos minutos antes del primer canto del gallo.
-¡Ya mismo!
-Bien. (“Finalmente, después de tantos años sospechando de su conducta, he encontrado una respuesta... aunque no es la que yo esperaba... al menos, el aroma de las rosas de Castilla lo mantendrá encerrado, si es que está siendo vampirizado... en ese caso, podré hacerme cargo de la ceremonia, sin problemas... lo extraño es que no hayan percibido mi llegada... tal vez sea consecuencia del contacto con los Lugares Santos y las reliquias cristológicas, deben tener un efecto de camuflaje o algo por el estilo... Interesante... el despacho Episcopal está abierto... Investigaré... Hmmm... huele a encierro... me pregunto qué tan seguido lo utilizará... de hecho, las ventanas parecen no haber sido abiertas durante días... ¡Santo Dios!... ¡Por supuesto! ¡Es un síntoma típico!... Pero mi instinto anti vampiros me dice que hay algo más y debo saber de qué se trata...”) – Fray Fernando abrió las ventanas, y encendió las luces para poder continuar averiguando y confirmando la totalidad de sus sospechas – (“Todo va tomando forma... no permite que entre la luz del sol... ¡Dios mío!... Está prácticamente vacío... ha quitado las imágenes... hasta el retrato del Papa... por supuesto, no puede exponerse a cualquier tipo de influencia sagrada, especialmente la que viene de la Cabeza de la Santa Madre Iglesia, más aún, si esa cabeza es un exorcista... si mis cálculos son correctos, deben estar guardadas aquí mismo... por lo general, las víctimas se aíslan tanto, que no quieren que nadie se haga cargo de sus efectos personales... Nada bajo llave... parece una trampa... mi Teca... ¡en mi bolsillo!... en estos casos, cualquier prevención es insuficiente... ¡Qué bueno que se me ocurrió usar el traje clerical, y no el sayal! Eso también me habría delatado fuera del convento y aquí mismo en la Curia... Estoy preparado... ¡Ajá!... ¡Lo sabía!... Todo está aquí... los cuadros... las fotos... ¿Un doble fondo?... ¡Cristo!... es... ¡no lo puedo creer!... Todo está listo... quieren despertar al Supremo... para ello han creado un nuevo pasadizo secreto... y la maldad en él es tan abundante, que las paredes han envejecido, como si no hubiese sido recorrido en siglos... debe conducir a... sí... ¡Por supuesto!... ¡Ya no hay dudas!... ¡Tenemos identificado al traidor!... Será mejor que salga de aquí, este no es sitio para estar solo, aún en Estado de Gracia... ese mueble... nunca estuvo allí antes... intentaré correrlo... ¡Hmf!... es pesado... ¡un poco más!... ¡eso es!... ¡¡ el colmo!!... Aquí estaba la puerta de acceso a la Capilla del Santísimo Sacramento... ¡La han bloqueado con ladrillos y cemento! Por eso clausuraban este lugar por completo durante el día... ¡Un momento!... creo que tengo compañía... y no es muy grata, por cierto...”) – el fraile cerró los ojos, en silenciosa oración. Era el momento de desempolvar las añosas enseñanzas del Maestro de Formación de Entrenadores de Cazadoras de Vampiros. Detrás de él, una sombra negra se aproximaba.
-ASÍ QUE TÚ ERES EL TUTOR DE LA SÉPTIMA GENERACIÓN DE ASESINAS DE VAMPIROS... ¡QUÉ LÁSTIMA, Y QUÉ DESILUSIÓN!... ESPERABA A ALGUIEN MÁS JOVEN... EVIDENTEMENTE, NO ERES COMPETENCIA PARA UN MAESTRO SUPREMO...
-¡Claro que no! Quien compite en un juego limpio, no ataca por la espalda, ¡da la cara! – lentamente, Fray Fernando extrajo una Hostia y comulgó, antes de darse vuelta y quedar revestido absolutamente de blanco, y levitando a varios centímetros del suelo - ¡Ya estamos en igualdad de condiciones, un Maestro del mal, contra un Tutor del Bien... ¡Esto sí es competir!... ¡Oh!... Pero ahora, el desilusionado soy yo!... No puedes tomar forma... Sólo eres niebla...
-He venido a desafiarte... ¡¡a medianoche, en el claro del bosque, solo!!
-¡Humm! Lo siento, tengo cosas que hacer y poco tiempo para terminarlas. ¡No lograrás hacer que me mueva de aquí! ¡Nos veremos en otro momento! ¡Ahora tengo un bautizo que preparar! ¡Ten! ¡Sírvete un trago!... ¡¡De Agua Bendita!!
-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOO!!! – la sombra desapareció en forma instantánea...
Agosto 12.
08:30 hs.
Mansión Suárez.
El despertador suena en el dormitorio del ama de llaves, aunque ella ya se ha levantado a bañar y vestir a la pequeña Clarisa, mientras sus padres desayunan frugalmente y lo disponen todo para partir hacia la Catedral.
-¡Bien!... Todos los invitados han confirmado su presencia... Sí, sí... que vayan abordando... llegaremos luego de la ceremonia... ¿Se retrasó el fotógrafo?... ¡Menos mal!... No es suficiente... Más cámaras, quiero que se registre todo... ¡Sí señor, hasta el más mínimo detalle, hasta la más pequeña sonrisa de mi hija!... ¡dije que quiero a toda la prensa en el puerto a mediodía!... Perfecto... ¡¿Cómo que «¡HOLA!» no puede enviar a nadie?!... ¡¡Pues entonces triplique lo que sea que le hayan ofrecido!!... De acuerdo... ¡Uff!... ¡Vaya manera de comenzar el día! – protestaba Rodrigo Suárez, cerrando su teléfono celular y dejando enfriar su café.
-¡Cálmate, Cariño! Todo saldrá de maravillas... ¡Ahora, come algo por favor!
-¡No puedo! Quiero que todo esté en el más perfecto orden...
-Lo sé... ¡¿Rosario?!... ¡¡¿Rosario?!!
-¿Sí, señora?
-¿Está lista la niña?
-¡Aquí la traigo, señora!... ¡Es una verdadera princesita!
-¡Magnífico! ¿Ya le dio su biberón?
-¡Sí, claro!...
-Llévela al patio de los rosales, allí la espera el fotógrafo.
-Enseguida, señora. – Rosario empujó el cochecito, y salió.
Convento de San Francisco.
Las horas pasan con serenidad. Sin embargo, poco va a durar la calma, debido a la presencia de los medios de comunicación en las inmediaciones de la Catedral. Tanto se revolucionó el lugar, que nadie se dio cuenta de que el Obispo aún no ha salido de su celda... Exceptuando a Fray Fernando, quien se aseguró esa mañana, de que todo estuviera en orden.
-(“Fray Augusto ha hecho muy bien su trabajo... para cuando selló la celda, el Obispo ya descansaba en ella... el Rosario ha surtido efecto... no le ha dado tiempo de esconderse en la oscuridad del armario... eso lo debilitará por unos días... los traidores dormirán, incluso en la noche, si nadie quita el aroma de las rosas.”) – el sacerdote se asomó a cada dormitorio en particular, incluyendo el de Fray Ángel, al que ingresó con la ayuda de una llave maestra, para confirmar, como de costumbre, su peor sospecha – (“¡Está aquí!... Bajo la cama... Debe ser un seguidor del Obispo... quien, resulta obvio que ya es un vampiro... mucho me temo que se trate de un Superior... un Maestro, tal vez... las cosas se ponen difíciles... ahora me explico demasiado bien, el verdadero motivo de mi traslado... ellos lo saben... por eso estoy siendo vigilado... se han llevado a casi todos mis discípulos... quieren llegar hasta mí... sólo el Obispo pudo darle al Supremo el acceso a esta fortaleza... esa era la única forma de llegar a la Cazadora, antes de que le sean otorgados sus dones y su misión... sin embargo, yo mismo comprobé que el Supremo aún hiberna... no está listo su ejército... necesita tiempo... afortunadamente nosotros también pero no para perderlo durmiendo... Ya casi es la hora... ¡Hmmm!... ¡Maravilloso!... El perfume de las rosas de Castilla se hace más intenso, en la medida que me encamino hacia el Templo, eso sólo significa una cosa... ¡la niña está aquí!... ¡Acaba de llegar!...”)
Palma de Mallorca.
Agosto 11.
7:30 hs.
Un repentino revuelo invade la tranquilidad de la Catedral de Santa Clara de Asís. Se oyen gritos de horror, por parte de las empleadas de la limpieza. Nadie se explica cómo sucedió. El Templo ha sido profanado. Los bancos están invertidos y alguien sacrificó animales sobre el Altar Mayor. El Superior del convento, única autoridad en funciones a tan tempranas horas de la mañana en plenas vacaciones, ha sido llamado con urgencia...
-¡¡Por el Amor de Dios!!... ¡¡¿Quién pudo?!! – exclamó el clérigo, al borde del desmayo. En medio de la conmoción, e ignorándola por completo, Fray Fernando regresa al claustro por unos días, para poner sus papeles en orden y para enterarse de que lo que tanto temía ha vuelto a suceder.
-¿Qué es todo este escándalo?
-¡Eso mismo, Fray Fernando, un escándalo!
-¡No diga! (“Odio admitirlo, pero tengo un terrible presentimiento.”)
-¡Lo que oye! ¡Es de no creer! ¡Han profanado la Catedral!
-¡Oh, no! (“He llegado justo a tiempo... el Misal Prohibido por la Inquisición, que traje directamente del convento Jesuita, servirá para purificar el Templo... el hermano David estaba en lo cierto, cuando me aconsejó no separarme de él hasta que Clarisa esté fuera de peligro...”)
-¡Y muy mal momento han escogido estos gamberros!
-¿Por qué? (“¿Estará ausente el Obispo nuevamente?”)
-¡Pues porque mañana por la mañana tenemos el Bautizo de una niña de la Alta Sociedad! ¡Nada menos que la hija de don Rodrigo Suárez Puig!
-Sí, lo sé. Justamente a eso he venido. Yo debo bautizarla.
-Pensamos que sería el mismo Obispo...
-(“Sigue mi mal presentimiento... desde que tengo uso de razón, jamás he visto al Obispo administrar Sacramentos que no fueran el Orden o en un caso de emergencia, la Unción de los Enfermos, y siempre de noche...”) La señora Suárez me lo encargó especialmente... ¿Qué sucedió?
-Satanistas.
-¡Cielos! (“No me extraña... el día anterior al Bautizo de la Cazadora... lo que sigo sin entender, es por qué quiere bautizarla el Obispo... todo esto se ve muy raro...”) ¿Dónde está Fray Ángel? No ha ido a recogerme al aeropuerto...
-Temí que hiciera esa pregunta, Fray Fernando...
-(“Creo adivinar...”) ¿Le sucede algo malo? ¿Está enfermo?
-El hermano Ángel... desertó...
-¡Imposible! (“Siempre estuvo muy apegado a mí... debí llevármelo mientras pude...”)
-Aunque no lo crea, así fue...
-¿Alguna excusa?
-Una mujer...
-¡Juventud! (“Hmmm... Primero se va Fray Ángel... luego profanan el Templo... Todo en un lapso menor a dos meses... pero las cuentas no terminan de cerrar... ¿Cómo es que pudieron ingresar al Templo desde fuera, sin ayuda? ¡Es imposible! Hay personal de seguridad y alarmas... ¡Alguien tuvo que allanarles el camino!... Tenemos un traidor...”)
-¿En qué piensa, Fray Fernando?
-En limpiar el Santuario para mañana, ¿quiere usted ayudarme Fray Augusto?
-Claro, Fray Fernando... – el sacerdote abrió su maleta y de ella extrajo un antiquísimo Misal, en el que señaló con una cinta guía de oro, el Ritual de Exorcismo. Los dos frailes bajaron las escaleras, cruzaron los patios y llegaron al Templo, que en ese momento se hallaba en completo silencio.
-Bien. Parece que la policía ya hizo su trabajo... Ahora, hagamos el nuestro... – Fray Fernando se colocó una sobrepelliz y una estola morada. Seguidamente, inició el recitado del exorcismo en Latín, mientras Fray Augusto bendecía el lugar. Diez horas más tarde, ya bien entrada la noche, los dos caminaban por los jardines, cuando una extraña conversación los detuvo.
-¡Silencio! – murmuró Fray Fernando – No interrumpa...
-Presenta tu informe, esclavo.
-Todo se hizo de acuerdo con las órdenes del AMO. Mañana, ese bautizo no tendrá efecto mientras yo lo realice... A menos que regrese el Tutor, pero es muy poco probable que eso suceda, lo hemos enviado muy lejos de aquí, le esperan varios años de exilio... El Amo puede permanecer tranquilo y engrandecer su ejército, al menos por otros cien años.
-Buen trabajo. Preséntate a medianoche en el castillo, allí serás debidamente recompensado... procura no ser atrapado antes de eso.
-¡Vámonos ya! ¡No necesito oír más! – susurró el fraile, cuyo cerebro ya elaboraba un plan para continuar protegiendo a Clarisa.
-No entiendo nada, ¿de qué amo hablaba el señor Obispo? – se atrevió a preguntar Fray Augusto.
-No le agradará saberlo...
-T-tiene algo que ver con la profanación, ¿verdad?
-Así es...
-Entonces él...
-Sí, Fray Augusto... la permitió... Nos ha estado traicionando durante años.
-¡¿Qué vamos a hacer?!
-Por ahora, sólo se me ocurre una cosa...
-¿Puedo ayudar?
-Por supuesto... consiga una partida completa de Rosarios de San Benito, de los que son hechos con pétalos de rosa.
-Creo que hay en la librería parroquial, no se han sacado a la venta.
-¡Y para nada me extraña! Apodérate de todos los que puedas, y cuélgalos de las rejas de los ventanucos de las puertas de todas las celdas y dormitorios. Especialmente del Obispo y del Superior. Debes comenzar unos minutos antes del primer canto del gallo.
-¡Ya mismo!
-Bien. (“Finalmente, después de tantos años sospechando de su conducta, he encontrado una respuesta... aunque no es la que yo esperaba... al menos, el aroma de las rosas de Castilla lo mantendrá encerrado, si es que está siendo vampirizado... en ese caso, podré hacerme cargo de la ceremonia, sin problemas... lo extraño es que no hayan percibido mi llegada... tal vez sea consecuencia del contacto con los Lugares Santos y las reliquias cristológicas, deben tener un efecto de camuflaje o algo por el estilo... Interesante... el despacho Episcopal está abierto... Investigaré... Hmmm... huele a encierro... me pregunto qué tan seguido lo utilizará... de hecho, las ventanas parecen no haber sido abiertas durante días... ¡Santo Dios!... ¡Por supuesto! ¡Es un síntoma típico!... Pero mi instinto anti vampiros me dice que hay algo más y debo saber de qué se trata...”) – Fray Fernando abrió las ventanas, y encendió las luces para poder continuar averiguando y confirmando la totalidad de sus sospechas – (“Todo va tomando forma... no permite que entre la luz del sol... ¡Dios mío!... Está prácticamente vacío... ha quitado las imágenes... hasta el retrato del Papa... por supuesto, no puede exponerse a cualquier tipo de influencia sagrada, especialmente la que viene de la Cabeza de la Santa Madre Iglesia, más aún, si esa cabeza es un exorcista... si mis cálculos son correctos, deben estar guardadas aquí mismo... por lo general, las víctimas se aíslan tanto, que no quieren que nadie se haga cargo de sus efectos personales... Nada bajo llave... parece una trampa... mi Teca... ¡en mi bolsillo!... en estos casos, cualquier prevención es insuficiente... ¡Qué bueno que se me ocurrió usar el traje clerical, y no el sayal! Eso también me habría delatado fuera del convento y aquí mismo en la Curia... Estoy preparado... ¡Ajá!... ¡Lo sabía!... Todo está aquí... los cuadros... las fotos... ¿Un doble fondo?... ¡Cristo!... es... ¡no lo puedo creer!... Todo está listo... quieren despertar al Supremo... para ello han creado un nuevo pasadizo secreto... y la maldad en él es tan abundante, que las paredes han envejecido, como si no hubiese sido recorrido en siglos... debe conducir a... sí... ¡Por supuesto!... ¡Ya no hay dudas!... ¡Tenemos identificado al traidor!... Será mejor que salga de aquí, este no es sitio para estar solo, aún en Estado de Gracia... ese mueble... nunca estuvo allí antes... intentaré correrlo... ¡Hmf!... es pesado... ¡un poco más!... ¡eso es!... ¡¡ el colmo!!... Aquí estaba la puerta de acceso a la Capilla del Santísimo Sacramento... ¡La han bloqueado con ladrillos y cemento! Por eso clausuraban este lugar por completo durante el día... ¡Un momento!... creo que tengo compañía... y no es muy grata, por cierto...”) – el fraile cerró los ojos, en silenciosa oración. Era el momento de desempolvar las añosas enseñanzas del Maestro de Formación de Entrenadores de Cazadoras de Vampiros. Detrás de él, una sombra negra se aproximaba.
-ASÍ QUE TÚ ERES EL TUTOR DE LA SÉPTIMA GENERACIÓN DE ASESINAS DE VAMPIROS... ¡QUÉ LÁSTIMA, Y QUÉ DESILUSIÓN!... ESPERABA A ALGUIEN MÁS JOVEN... EVIDENTEMENTE, NO ERES COMPETENCIA PARA UN MAESTRO SUPREMO...
-¡Claro que no! Quien compite en un juego limpio, no ataca por la espalda, ¡da la cara! – lentamente, Fray Fernando extrajo una Hostia y comulgó, antes de darse vuelta y quedar revestido absolutamente de blanco, y levitando a varios centímetros del suelo - ¡Ya estamos en igualdad de condiciones, un Maestro del mal, contra un Tutor del Bien... ¡Esto sí es competir!... ¡Oh!... Pero ahora, el desilusionado soy yo!... No puedes tomar forma... Sólo eres niebla...
-He venido a desafiarte... ¡¡a medianoche, en el claro del bosque, solo!!
-¡Humm! Lo siento, tengo cosas que hacer y poco tiempo para terminarlas. ¡No lograrás hacer que me mueva de aquí! ¡Nos veremos en otro momento! ¡Ahora tengo un bautizo que preparar! ¡Ten! ¡Sírvete un trago!... ¡¡De Agua Bendita!!
-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOO!!! – la sombra desapareció en forma instantánea...
Agosto 12.
08:30 hs.
Mansión Suárez.
El despertador suena en el dormitorio del ama de llaves, aunque ella ya se ha levantado a bañar y vestir a la pequeña Clarisa, mientras sus padres desayunan frugalmente y lo disponen todo para partir hacia la Catedral.
-¡Bien!... Todos los invitados han confirmado su presencia... Sí, sí... que vayan abordando... llegaremos luego de la ceremonia... ¿Se retrasó el fotógrafo?... ¡Menos mal!... No es suficiente... Más cámaras, quiero que se registre todo... ¡Sí señor, hasta el más mínimo detalle, hasta la más pequeña sonrisa de mi hija!... ¡dije que quiero a toda la prensa en el puerto a mediodía!... Perfecto... ¡¿Cómo que «¡HOLA!» no puede enviar a nadie?!... ¡¡Pues entonces triplique lo que sea que le hayan ofrecido!!... De acuerdo... ¡Uff!... ¡Vaya manera de comenzar el día! – protestaba Rodrigo Suárez, cerrando su teléfono celular y dejando enfriar su café.
-¡Cálmate, Cariño! Todo saldrá de maravillas... ¡Ahora, come algo por favor!
-¡No puedo! Quiero que todo esté en el más perfecto orden...
-Lo sé... ¡¿Rosario?!... ¡¡¿Rosario?!!
-¿Sí, señora?
-¿Está lista la niña?
-¡Aquí la traigo, señora!... ¡Es una verdadera princesita!
-¡Magnífico! ¿Ya le dio su biberón?
-¡Sí, claro!...
-Llévela al patio de los rosales, allí la espera el fotógrafo.
-Enseguida, señora. – Rosario empujó el cochecito, y salió.
Convento de San Francisco.
Las horas pasan con serenidad. Sin embargo, poco va a durar la calma, debido a la presencia de los medios de comunicación en las inmediaciones de la Catedral. Tanto se revolucionó el lugar, que nadie se dio cuenta de que el Obispo aún no ha salido de su celda... Exceptuando a Fray Fernando, quien se aseguró esa mañana, de que todo estuviera en orden.
-(“Fray Augusto ha hecho muy bien su trabajo... para cuando selló la celda, el Obispo ya descansaba en ella... el Rosario ha surtido efecto... no le ha dado tiempo de esconderse en la oscuridad del armario... eso lo debilitará por unos días... los traidores dormirán, incluso en la noche, si nadie quita el aroma de las rosas.”) – el sacerdote se asomó a cada dormitorio en particular, incluyendo el de Fray Ángel, al que ingresó con la ayuda de una llave maestra, para confirmar, como de costumbre, su peor sospecha – (“¡Está aquí!... Bajo la cama... Debe ser un seguidor del Obispo... quien, resulta obvio que ya es un vampiro... mucho me temo que se trate de un Superior... un Maestro, tal vez... las cosas se ponen difíciles... ahora me explico demasiado bien, el verdadero motivo de mi traslado... ellos lo saben... por eso estoy siendo vigilado... se han llevado a casi todos mis discípulos... quieren llegar hasta mí... sólo el Obispo pudo darle al Supremo el acceso a esta fortaleza... esa era la única forma de llegar a la Cazadora, antes de que le sean otorgados sus dones y su misión... sin embargo, yo mismo comprobé que el Supremo aún hiberna... no está listo su ejército... necesita tiempo... afortunadamente nosotros también pero no para perderlo durmiendo... Ya casi es la hora... ¡Hmmm!... ¡Maravilloso!... El perfume de las rosas de Castilla se hace más intenso, en la medida que me encamino hacia el Templo, eso sólo significa una cosa... ¡la niña está aquí!... ¡Acaba de llegar!...”)
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