Al pie del Tabernáculo
Tiempos Sagrados (cuarta parte)
-¡Me muero de hambre! ¿Dónde está Clarisa?
-Con Fray Fernando. Ha estado con él toda la mañana.
-¿Para qué?
-La prepara para el examen que le tomará Monseñor Pujol.
-¡Como si le hiciera falta, Encarna! Nuestra hija es sumamente inteligente.
-¡Mira, aquí viene!... ¡Clarisa, no corras así! ¡Te vas a caer!
-¡Mamá! ¡Corro tres veces más rápido en el colegio! – responde la niña, sentándose a la mesa, sin mostrar la menor señal de agitación - ¡Hola, Papá! ¿Cuándo llegaste?
-Hace como una hora...
-¡Mamá, ¿se lo dijiste?!
-¡Por supuesto!
-No lo de la Primera Comunión, lo de la casa en un árbol...
-¡Oh lo había olvidado!
-¡Olvidar ¿Qué?!
-¡Quiero que me construyas una casa en el árbol más grande de la ciudad!
-Y, ¿en donde esta ese árbol?
-Cerca de aquí, Mamá y yo lo vimos esta mañana. Es enorme, sus ramas se ven muy fuertes, seguro que desde allí arriba se pueden ver la plaza y la Catedral.
-Hmmm... en casa hay árboles muy grandes... pero no lo suficiente para soportar el peso de los materiales de construcción... tendría que verlo...
-Te lo mostraré cuando vayamos a casa.
-Bien. Tendré que comprar el terreno en cualquier caso.
-No creo que sea un problema para ti...
-¡Por supuesto que no!
-¡Gracias! – Clarisa abraza a su padre. El almuerzo se desarrolla con normalidad.
-Por el momento es todo lo que podemos hacer con el armado del pergamino y los armados de los escritos... de todo corazón, ¡Gracias hermano David! No hubiera terminado tan pronto la traducción de los nuevos escritos sin su valiosa ayuda.
-No ha sido nada, Fray Fernando.
-Ahora lo que me preocupa, es la forma en la que encararemos el inicio del entrenamiento, sin develar por completo la misión. Joel esta muy cerca de ser descubierto y obviamente eso pone en riego la seguridad de la niña.
-Con el debido respeto, creo que se ahoga usted en un vaso de agua. Hay aquí suficientes habitaciones para albergar un gimnasio, además claro, de la casa de retiros. Y todas ellas están lo suficientemente alejadas de colegio, como para que las monjas no se alarmen con los ruidos.
-Parece que conoce muy bien el lugar.
-Tengo muy buena memoria visual.
-¡Ya lo creo!
-Venga por aquí, le mostraré algo... con un poco más de trabajo, se podrá instalar luz eléctrica.
-¿Qué hay de los aparatos? Necesitaremos renovarlos, estos son decididamente obsoletos.
-Habrá que hablar con el señor Suárez al respecto.
-Lo veo difícil... Rodrigo Suárez vio morir a su madre, siendo un niño de corta edad... No le agradará en absoluto la idea de que su única hija sea entrenada como una Cazadora...
-Una muy particular herencia.
-Ciertamente.
-Tengo entendido que la niña ya practica Artes Marciales...
-Así es.
-Lo cual complica su asistencia en el internado.
-Efectivamente, deberá pasar sus clases a los fines de semana.
-Sin embargo, necesitará de su práctica diaria.
-No hay duda.
-Proporcionémosle esa ventaja en su tiempo libre. Conociendo lo competitivo que es don Rodrigo, es por ese lado por donde podemos hablar de financiar el gimnasio.
-Estoy absolutamente de acuerdo.
-Estoy absolutamente de acuerdo contigo, hija. Si vas a tener una casa de juegos en árbol, que sea una verdadera construcción. Nada de maderas, cartones, ni chapas. Una auténtica vivienda, eso tendrás.
-¡Genial!
-Enviaremos por fax las invitaciones de la fiesta, mañana mismo.
-Supongo que no habrá inconvenientes en utilizar la mansión para la recepción.
-Claro que no. Rosario es una experta organizadora de eventos.
-¿Podré invitar a quien yo quiera?
-¡Por supuesto que sí, linda!
-¡Entonces quiero que vengan Tío Zacky y Pamela!
-De acuerdo – responde Encarnación, sin demasiado entusiasmo.
-¿Cuándo te tomarán ese examen?
-En un rato.
-Y, ¿estás lista?
-Fray Fernando dice que sí.
-Tú, ¿qué dices?
-Creo que lo lograré, no puede ser tan difícil.
-(“Lo lograré, no puede ser tan difícil... aunque los papiros, parezcan tan antiguos como los Olivares de Getsemaní... Hmmm... eso es... rituales a favor de la Cazadora... crecimiento... casi no hay información... entonces, enfoquemos la investigación directamente sobre el Custodio... ¡claro, aquí está!... invocaciones, de acuerdo con la edad de la Elegida... según el texto, la ceremonia concluye, cuando la Elegida se encuentre totalmente en Estado de Gracia... «Saldrán a la luz nuevos poderes, que le serán brindados al Custodio de la Cazadora, a lo largo de su crecimiento físico y espiritual... es necesario que la candidata se halle en Estado de Gracia... El Custodio ganará cualidades que le permitirán permanecer materialmente cerca de su protegida... sólo cuando estas cosas sucedan, se habrá descubierto a una auténtica Cazadora Universal...»... Entonces, Fray Fernando está muy cerca de la verdad... su nivel de intuición es más alto de lo que nadie supone... debe ser un muy buen rival del supremo... lo que me intriga, es la poca información que se conserva de las Cazadoras anteriores... necesito saber más, para luchar mejor... vamos a ver qué relatan las crónicas sobre esas generaciones anteriores... Hmmm... la abuela de la niña... parece que tuvo algunas dificultades por parte de las autoridades eclesiales... no me extraña... le han faltado muchos contactos, específicamente con la Santa Sede, de otro modo las cosas hubieran sido distintas... fue muerta por un centinela que... ¡¿logró seducirla y vampirizarla?!... nunca antes había sucedido... es todo muy extraño... todas las otras cayeron siempre ante maestros... algo debió debilitarla o al menos condicionarla, antes de la batalla final... en ningún caso, los custodios hicieron un papel tan preponderante como en el de la pequeña Clarisa... ni siquiera en la Primera Generación... un momento... La Primera Cazadora, logró eliminar al supremo... «Heroica, La Cazadora, aún después de haber sido ultrajada y mortalmente herida, logró llegar arrastrándose, hacia la parte posterior del Templo, de donde, como último recurso, tomó el Pan Consagrado, y con Él oculto bajo sus ropas, regresó al refugio de los no vivientes. Pocos minutos antes del amanecer, penetró en la cripta y con sus últimas fuerzas, dejó el Cuerpo de Cristo, sobre la frente del Maestro Supremo, quitándole toda autoridad sobre la Tierra, con lo cual su alma quedó liberada y su cuerpo se disolvió en el aire...»... Por eso la Casa Pontificia, sugirió que la Cazadora tenga acceso al Santísimo Sacramento... eso sumado a la tierna devoción de la niña, nada común para su edad... por cierto, no he visto a muchas mujeres Ministros de la Eucaristía en esta diócesis... le preguntaré a Monseñor Pujol... el texto, también especifica el lugar exacto en el que se oculta el arma que debe matar al Supremo... Hmmm... por la ubicación geográfica, es aquí mismo, en la isla... en tierra Sagrada... en concreto se refieren a un Campo Santo... un cementerio... junto a un Templo... «la causa del final del enemigo, será descubierta por un Intercesor, quien guardará celosamente el secreto, tanto como la identidad de la Elegida... hallará el arma en tierra bendecida, cerca de una Sede Episcopal... en la morada final del sacerdote pleno, que ofrendó su vida en lugar de rendirse a las garras del mal... »... ¡La Cripta Episcopal!... Intencionalmente, los cuatro edificios se levantaron en torno a ella, era la única forma de ocultar y proteger un centro de entrenamiento de las Cazadoras... en esa época era muy común tener un cementerio detrás de la Iglesia.. o incluir uno en cada convento, luego se sumaron las otras dos instituciones, un plan astuto para resguardar el arma, hasta que la Elegida apareciera... la cripta... allí están enterrados todos los Obispos de la Diócesis... y si la memoria no me juega una mala pasada, esos son los Obispos salidos de la Orden de los Frailes Menores, están en los sótanos de la bóveda... Allí es donde iré, entonces...”) – el hermano David, con sumo cuidado, guarda los manuscritos y cierra su libro de apuntes. Siguiendo las indicaciones de Fray Fernando, ingresa por la Capilla del Santísimo a la Catedral, y busca el tercer confesionario. Penetra en el mismo y empuja la pared interna, que cede trabajosamente. El pasadizo conduce la parte trasera de la Cripta Episcopal, y no ha sido utilizado desde la Guerra Civil Española. Muy pocas personas saben de su existencia, una de ellas es Fray Fernando, los demás se han llevado ese secreto a la tumba. Ahora el hermano David comparte la responsabilidad.
Por una pequeña y estrecha puerta, atraviesa un sinuoso pasillo que va descendiendo paulatinamente, para desembocar en los sótanos, exactamente bajo el Altar Mayor de la Catedral, para horror del Jesuita.
-(“Este debe ser el sitio que indica el mapa... Y por lo acontecido años atrás, me temo que no soy el único que lo ha visto... pensar en que la profanación del Altar de la Catedral fue una coincidencia, a esta altura de los acontecimientos, sería casi infantil... mal que nos pese, nos llevan nueve años e ventaja en ese aspecto... exactamente, la edad de la Elegida... lo que significa que conocen su existencia... ¡Ojalá sea sólo eso!... ese es el ataúd del Primer Entrenador de Cazadoras... junto a él debería estar el arma...”) – enciende un farol, y se acerca al lecho de mármol blanco. A la derecha del mismo, halla lo que busca – (“¡Al fin!”) – suspira. Lo observa con detenimiento. Un báculo. Probablemente de madera noble, bañado en oro, íntegramente tallado con extrañas inscripciones, su extremo inferior, estaba rematado en una filosa y mortal punta de cuatro filos. El hallazgo acabó por confundirlo completamente. – (“El atributo de autoridad de un Obispo... algo que una mujer no podría utilizar... a menos que eso forme parte de los poderes de la Cazadora... algo que honestamente, creo poco probable dada la corta edad de la niña no podemos vislumbrar aún demasiadas cualidades... salvo por sus excelentes calificaciones... y su facilidad para los idiomas... tal vez ella pueda traducir el enigma que encierra el arma...”) – con un purificador en cada mano, alza el bastón para observarlo mejor. Es bellísimo. Pesado, pero no tanto como él suponía. Relativamente fácil de manipular por un experto en Artes Marciales. Y Clarisa en pocos años iba a serlo.
(continuará)
-¡Me muero de hambre! ¿Dónde está Clarisa?
-Con Fray Fernando. Ha estado con él toda la mañana.
-¿Para qué?
-La prepara para el examen que le tomará Monseñor Pujol.
-¡Como si le hiciera falta, Encarna! Nuestra hija es sumamente inteligente.
-¡Mira, aquí viene!... ¡Clarisa, no corras así! ¡Te vas a caer!
-¡Mamá! ¡Corro tres veces más rápido en el colegio! – responde la niña, sentándose a la mesa, sin mostrar la menor señal de agitación - ¡Hola, Papá! ¿Cuándo llegaste?
-Hace como una hora...
-¡Mamá, ¿se lo dijiste?!
-¡Por supuesto!
-No lo de la Primera Comunión, lo de la casa en un árbol...
-¡Oh lo había olvidado!
-¡Olvidar ¿Qué?!
-¡Quiero que me construyas una casa en el árbol más grande de la ciudad!
-Y, ¿en donde esta ese árbol?
-Cerca de aquí, Mamá y yo lo vimos esta mañana. Es enorme, sus ramas se ven muy fuertes, seguro que desde allí arriba se pueden ver la plaza y la Catedral.
-Hmmm... en casa hay árboles muy grandes... pero no lo suficiente para soportar el peso de los materiales de construcción... tendría que verlo...
-Te lo mostraré cuando vayamos a casa.
-Bien. Tendré que comprar el terreno en cualquier caso.
-No creo que sea un problema para ti...
-¡Por supuesto que no!
-¡Gracias! – Clarisa abraza a su padre. El almuerzo se desarrolla con normalidad.
-Por el momento es todo lo que podemos hacer con el armado del pergamino y los armados de los escritos... de todo corazón, ¡Gracias hermano David! No hubiera terminado tan pronto la traducción de los nuevos escritos sin su valiosa ayuda.
-No ha sido nada, Fray Fernando.
-Ahora lo que me preocupa, es la forma en la que encararemos el inicio del entrenamiento, sin develar por completo la misión. Joel esta muy cerca de ser descubierto y obviamente eso pone en riego la seguridad de la niña.
-Con el debido respeto, creo que se ahoga usted en un vaso de agua. Hay aquí suficientes habitaciones para albergar un gimnasio, además claro, de la casa de retiros. Y todas ellas están lo suficientemente alejadas de colegio, como para que las monjas no se alarmen con los ruidos.
-Parece que conoce muy bien el lugar.
-Tengo muy buena memoria visual.
-¡Ya lo creo!
-Venga por aquí, le mostraré algo... con un poco más de trabajo, se podrá instalar luz eléctrica.
-¿Qué hay de los aparatos? Necesitaremos renovarlos, estos son decididamente obsoletos.
-Habrá que hablar con el señor Suárez al respecto.
-Lo veo difícil... Rodrigo Suárez vio morir a su madre, siendo un niño de corta edad... No le agradará en absoluto la idea de que su única hija sea entrenada como una Cazadora...
-Una muy particular herencia.
-Ciertamente.
-Tengo entendido que la niña ya practica Artes Marciales...
-Así es.
-Lo cual complica su asistencia en el internado.
-Efectivamente, deberá pasar sus clases a los fines de semana.
-Sin embargo, necesitará de su práctica diaria.
-No hay duda.
-Proporcionémosle esa ventaja en su tiempo libre. Conociendo lo competitivo que es don Rodrigo, es por ese lado por donde podemos hablar de financiar el gimnasio.
-Estoy absolutamente de acuerdo.
-Estoy absolutamente de acuerdo contigo, hija. Si vas a tener una casa de juegos en árbol, que sea una verdadera construcción. Nada de maderas, cartones, ni chapas. Una auténtica vivienda, eso tendrás.
-¡Genial!
-Enviaremos por fax las invitaciones de la fiesta, mañana mismo.
-Supongo que no habrá inconvenientes en utilizar la mansión para la recepción.
-Claro que no. Rosario es una experta organizadora de eventos.
-¿Podré invitar a quien yo quiera?
-¡Por supuesto que sí, linda!
-¡Entonces quiero que vengan Tío Zacky y Pamela!
-De acuerdo – responde Encarnación, sin demasiado entusiasmo.
-¿Cuándo te tomarán ese examen?
-En un rato.
-Y, ¿estás lista?
-Fray Fernando dice que sí.
-Tú, ¿qué dices?
-Creo que lo lograré, no puede ser tan difícil.
-(“Lo lograré, no puede ser tan difícil... aunque los papiros, parezcan tan antiguos como los Olivares de Getsemaní... Hmmm... eso es... rituales a favor de la Cazadora... crecimiento... casi no hay información... entonces, enfoquemos la investigación directamente sobre el Custodio... ¡claro, aquí está!... invocaciones, de acuerdo con la edad de la Elegida... según el texto, la ceremonia concluye, cuando la Elegida se encuentre totalmente en Estado de Gracia... «Saldrán a la luz nuevos poderes, que le serán brindados al Custodio de la Cazadora, a lo largo de su crecimiento físico y espiritual... es necesario que la candidata se halle en Estado de Gracia... El Custodio ganará cualidades que le permitirán permanecer materialmente cerca de su protegida... sólo cuando estas cosas sucedan, se habrá descubierto a una auténtica Cazadora Universal...»... Entonces, Fray Fernando está muy cerca de la verdad... su nivel de intuición es más alto de lo que nadie supone... debe ser un muy buen rival del supremo... lo que me intriga, es la poca información que se conserva de las Cazadoras anteriores... necesito saber más, para luchar mejor... vamos a ver qué relatan las crónicas sobre esas generaciones anteriores... Hmmm... la abuela de la niña... parece que tuvo algunas dificultades por parte de las autoridades eclesiales... no me extraña... le han faltado muchos contactos, específicamente con la Santa Sede, de otro modo las cosas hubieran sido distintas... fue muerta por un centinela que... ¡¿logró seducirla y vampirizarla?!... nunca antes había sucedido... es todo muy extraño... todas las otras cayeron siempre ante maestros... algo debió debilitarla o al menos condicionarla, antes de la batalla final... en ningún caso, los custodios hicieron un papel tan preponderante como en el de la pequeña Clarisa... ni siquiera en la Primera Generación... un momento... La Primera Cazadora, logró eliminar al supremo... «Heroica, La Cazadora, aún después de haber sido ultrajada y mortalmente herida, logró llegar arrastrándose, hacia la parte posterior del Templo, de donde, como último recurso, tomó el Pan Consagrado, y con Él oculto bajo sus ropas, regresó al refugio de los no vivientes. Pocos minutos antes del amanecer, penetró en la cripta y con sus últimas fuerzas, dejó el Cuerpo de Cristo, sobre la frente del Maestro Supremo, quitándole toda autoridad sobre la Tierra, con lo cual su alma quedó liberada y su cuerpo se disolvió en el aire...»... Por eso la Casa Pontificia, sugirió que la Cazadora tenga acceso al Santísimo Sacramento... eso sumado a la tierna devoción de la niña, nada común para su edad... por cierto, no he visto a muchas mujeres Ministros de la Eucaristía en esta diócesis... le preguntaré a Monseñor Pujol... el texto, también especifica el lugar exacto en el que se oculta el arma que debe matar al Supremo... Hmmm... por la ubicación geográfica, es aquí mismo, en la isla... en tierra Sagrada... en concreto se refieren a un Campo Santo... un cementerio... junto a un Templo... «la causa del final del enemigo, será descubierta por un Intercesor, quien guardará celosamente el secreto, tanto como la identidad de la Elegida... hallará el arma en tierra bendecida, cerca de una Sede Episcopal... en la morada final del sacerdote pleno, que ofrendó su vida en lugar de rendirse a las garras del mal... »... ¡La Cripta Episcopal!... Intencionalmente, los cuatro edificios se levantaron en torno a ella, era la única forma de ocultar y proteger un centro de entrenamiento de las Cazadoras... en esa época era muy común tener un cementerio detrás de la Iglesia.. o incluir uno en cada convento, luego se sumaron las otras dos instituciones, un plan astuto para resguardar el arma, hasta que la Elegida apareciera... la cripta... allí están enterrados todos los Obispos de la Diócesis... y si la memoria no me juega una mala pasada, esos son los Obispos salidos de la Orden de los Frailes Menores, están en los sótanos de la bóveda... Allí es donde iré, entonces...”) – el hermano David, con sumo cuidado, guarda los manuscritos y cierra su libro de apuntes. Siguiendo las indicaciones de Fray Fernando, ingresa por la Capilla del Santísimo a la Catedral, y busca el tercer confesionario. Penetra en el mismo y empuja la pared interna, que cede trabajosamente. El pasadizo conduce la parte trasera de la Cripta Episcopal, y no ha sido utilizado desde la Guerra Civil Española. Muy pocas personas saben de su existencia, una de ellas es Fray Fernando, los demás se han llevado ese secreto a la tumba. Ahora el hermano David comparte la responsabilidad.
Por una pequeña y estrecha puerta, atraviesa un sinuoso pasillo que va descendiendo paulatinamente, para desembocar en los sótanos, exactamente bajo el Altar Mayor de la Catedral, para horror del Jesuita.
-(“Este debe ser el sitio que indica el mapa... Y por lo acontecido años atrás, me temo que no soy el único que lo ha visto... pensar en que la profanación del Altar de la Catedral fue una coincidencia, a esta altura de los acontecimientos, sería casi infantil... mal que nos pese, nos llevan nueve años e ventaja en ese aspecto... exactamente, la edad de la Elegida... lo que significa que conocen su existencia... ¡Ojalá sea sólo eso!... ese es el ataúd del Primer Entrenador de Cazadoras... junto a él debería estar el arma...”) – enciende un farol, y se acerca al lecho de mármol blanco. A la derecha del mismo, halla lo que busca – (“¡Al fin!”) – suspira. Lo observa con detenimiento. Un báculo. Probablemente de madera noble, bañado en oro, íntegramente tallado con extrañas inscripciones, su extremo inferior, estaba rematado en una filosa y mortal punta de cuatro filos. El hallazgo acabó por confundirlo completamente. – (“El atributo de autoridad de un Obispo... algo que una mujer no podría utilizar... a menos que eso forme parte de los poderes de la Cazadora... algo que honestamente, creo poco probable dada la corta edad de la niña no podemos vislumbrar aún demasiadas cualidades... salvo por sus excelentes calificaciones... y su facilidad para los idiomas... tal vez ella pueda traducir el enigma que encierra el arma...”) – con un purificador en cada mano, alza el bastón para observarlo mejor. Es bellísimo. Pesado, pero no tanto como él suponía. Relativamente fácil de manipular por un experto en Artes Marciales. Y Clarisa en pocos años iba a serlo.
(continuará)
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