Libro 2 - Al Pie del Tabernáculo
15 - MÁS ALLÁ DE LA RAZÓN HUMANA
-(“¡Hmmmmm!... ¿Qué horas es?... Las 04:00hs... Ya dormí demasiado... La herida está mejor... creo que subiré al cuarto secreto... ¡Hhhh!... En unas horas, amanecerá... y los vampiros regresarán a sus escondites... ¡lamento que mi salud no me deje combatirlos como debería hacerlo!... pero caerán en mis manos, ¡y no tendré piedad!... mientras tanto, continuaré elaborando mi estrategia... si algo me aventaja, además de nuestra arma secreta, es la posibilidad de reunir información en la red... que es precisamente lo que voy a hacer... supongo que en este momento, nadie pedirá datos a las empresas mortuorias, ni a la morgue judicial... veamos... ningún rastro... fotografías... no aparece... autopsias... ¡Santo Dios!... ¡dos novicias!... no vírgenes... un fraile... un obispo hallado en las inmediaciones de un albergue transitorio... junto a él, una prostituta muerta de la misma manera... Definitivamente, se trata de vampiros con un poder que jamás antes habían ejercido... Pamela Torres, ¡por fin!... ¡Es ella!... Dos heridas en el cuello, sobre la vena yugular... ¡Clásico!... Hallada en estado comatoso... secuestro... ¡Un momento!... Esto no parece tener nada que ver con el procedimiento habitual... Lo que significa que, ¡Pam está viva!... Es demasiado temprano para llamar a Fray Fernando... Necesito recoger más información... Aquí parece haber algo... «Cazadoras de Vampíros... legendarias y valerosas doncellas, entrenadas por un tutor, que nace con la misión de descubrirlas y protegerlas... la regla de la Cacería exige que la Elegida sea virgen y se conserve así, mientras dure el periodo de proliferación de nosferatus... sólo un legítimo y santo matrimonio puede multiplicar los poderes de la Cazadora, así como una generosa maternidad...» Bien, parezco tenerlo todo... La casa quedó con las defensas bajas... Entonces, me dedicaré a hacer los encargos de las rosas para todas las propiedades de mi familia... Todo el perímetro deberá estar rodeado de rosales... los vampiros no soportarán el perfume, y se mantendrán alejados... Compraré jarrones de cristal, para el adorno de las mesas de la casa de la playa... El nuevo scanner será un éxito... Papá ganará muchos millones... que yo emplearé en ayudar a los pobres y enfermos... bien...”) - Clarisa pasó otras dos horas frente a la máquina, hasta que sonó el teléfono - ¿Hola?
-Pequeña, soy yo, tu papaíto.
-¡Papá, buenos días!
-¿Cómo estás?
-Bien, matando un poco mi aburrimiento con la máquina nueva.
-Anoche, vino a verme tu amigo.
-¿Cuál de todos?
-Ricardo Sotomayor.
-¡Ah, Richie!
-Estuvo preguntándome por ti, parecía preocupado.
-¡Oh, qué dulce, ¿no crees?!
-Es muy atento: se disculpó por no haberte llevado a casa en horario de niñas decentes.
-¿Te asombra tanta caballerosidad?
-Me satisface.
-A mí también. Es bueno tenerlo como amigo...
-Procura retener su amistad por todos los medios, hija.
-No creí que te interesara tanto.
-Sería muy beneficioso para la empresa que él consumiera nuestros productos informáticos...
-Los consumirá, papá, te lo aseguro... le enviaré una máquina completa, ya sabes: teclado ergonométrico, monitor de LCD, DVD, el disco duro más grande que encuentre, regrabadora de CDs, lápiz óptico, una conexión a la web por banda ancha, teléfono, cámara digital, y el nuevo scanner.
-¡Excelente idea! Y discúlpame, tesoro, ¡no volveré a dudar de ti!... ¡Ah, te tengo un pequeño trabajito! El ministro de Educación me pidió máquinas para un hogar de huérfanos no videntes, creo que esa es tu especialidad...
-¡Gracias, papá! ¡Lo haré con todo gusto!
-No te olvides de la fiesta de mañana.
-¡Por nada del mundo! Me trasladaré esta tarde a la casa de la playa para eso.
-Bien. Es todo por ahora, linda.
-¿Cuándo llega mamá?
-Mañana por la mañana.
-Perfecto. ¿Almorzarás aquí?
-¡Claro que sí! Tengo ganas de estar contigo, hija.
-¡Me alegro! Te veré al mediodía.
-Hasta luego.
-Adiós. (“Bien... Las 08:00hs... ¡Hhhh!... Bajaré a desayunar y me comunicaré con Fray Fernando.”) - la joven regresó a su cuarto - ¿Rosario?
-¿Llamó, mi niña?
-Ya puedes traerme el desayuno.
-Enseguida, mi niña.
-Gracias. - la mucama se retiró - ¿Hola? ¿Fray Fernando?
-¡Ah, Clarisa, ¿cómo estás?!
-Mejor.
-¡Me da gusto! ¿Hay alguna novedad?
-Sí. Se trata de algo con lo que no contábamos
-Dime.
-Pamela está viva.
-¡¿Cómo?! (“¡Dios! ¡Es la primera vez en siglos que hacen algo así!”)
-Sí, está viva. Cuando la policía la encontró, estaba en estado de coma. El caso se caratuló, como tentativa de homicidio, seguida de secuestro.
-¡Vaya combinación! (“Tendré que pedir ayuda entre los demonólogos jesuitas.”)
-¿Cómo enfrentaremos esto?
-Veré si puedo conseguir ayuda de otros sacerdotes y también Obispos exorcistas.
-Nos espera un largo y agotador fin de semana.
-¡Así parece, hija! ¡Por favor, no dejes de orar!
-¡No tienes que pedirme esas cosas, Fray Fernando!
-Lo sé. El sábado por la mañana, te espero en el convento.
-Allí estaré.
-Perfecto. Bendiciones.
-¡Bendiciones! - Clarisa cerró el celular y se vistió.
-Aquí está su desayuno, mi niña.
-Gracias, Rosario.
-Los jardineros acaban de llegar.
-Diles que pueden comenzar a trabajar.
-¡Han traído unos rosales, bellísimos!
-Espero que para esta noche, estén en su lugar.
-Yo también... ¡Adoro las rosas! En especial, las de Castilla.
-Lo sé, Rosario... ¡Hmmm!... ¡Delicioso!... ¿Hay correspondencia?
-Sí, mi niña, enseguida se la alcanzo.
-Bien. (“Leeré el periódico... «RICARDO SOTOMAYOR Y MARIANA ROCH COINCIDIERON EN UN ESTRENO CINEMATOGRÁFICO»... ¡Sabía que algo me arruinarla el día!... «Mariana Roch, acompañada de su hermana Candelaria, acudió al estreno de la película MISIÓN: IMPOSIBLE 3, en una sala en la que coincidió con el campeón de motonáutica, su anterior pareja. Ambos se ubicaron en la misma fila sin prestarse la menor atención, sí acaso, apenas un saludo y desde lejos. Ricardo se retiró del lugar por una salida oculta, minutos antes del final de la proyección, probablemente para evitar el asedio de la prensa, presente a las puertas del cine. Según comentarios de buena fuente, pronto irá a visitar a la joven Clarisa Suárez Ripoll, reciente víctima de un intento de violación. Ricardo, se sabe, no tiene compromiso alguno, al igual que la millonaria heredera, que ha pasado a formar parte de su círculo de amistades. La prensa italiana asegura que hay un romance entre ellos, que podría estar oyendo campanas de boda, antes de finalizar el año... Nosotros, por otro lado, no podemos decir lo mismo, pues nos consta, que la muchacha, de momento, no está interesada en conseguir marido, por ahora, sólo desea recuperar su salud...»... ¡Uff!... He comenzado a cobrar fama... Teléfono, debe ser Richie.”)
-¿Clarisa?
-¡Richie! ¡Sabía que eras tú!
-¿Leíste el periódico?
-Lo tengo en la mano.
-¿Qué opinas?
-No sé qué dirá mi padre, pero yo, por mi parte, no pienso casarme, antes de tener veintiún años.
-Y es nada más que el principio...
-Es una suerte que mañana vengas con tus padres.
-Eso acallará los rumores.
-¿Estuviste con papá?
-Fue toda una sorpresa para él, realmente no te creía...
-No me extraña, recién esta mañana, tuvo la delicadeza de pedirme disculpas.
-Todavía te dura a ti el enojo...
-Más que el enojo, la tristeza y la incredulidad. Ahora no sé hasta qué punto, vale más su fortuna que yo.
-¡No digas eso! Ten en cuenta, que eres su única hija... en su lugar, yo también estaría celoso...
-De modo que eres celoso...
-Me gusta cuidar de la gente que amo.
-Es una buena noticia... No he conocido muchos hombres así.
-Javier, no lo es, ¿verdad?
-Es posesivo, pero no me hace sentir segura, nunca lo hizo.
-¡¿Qué esperas para deshacerte de él?!
-No te desesperes, ya tomé una decisión que será definitiva.
-¿Cuándo se lo dirás?
-Éste Sábado.
-¿En Rainbow?
-Supongo que sí.
-Y después, ¿qué?
-¿Qué crees?
-Imagino que te quedarás en un rincón, oyendo música romántica, mientras me observas detenidamente. Yo veré que estás muy sola y abandonada, y sin pensarlo dos veces, me acercaré a ti, te sacaré a bailar por lo que reste de la noche, y te llevaré en mi coche a tu casa...
-Es un plan bastante parecido al que yo venía trazando, desde que decidí este cambio.
-¿Cuándo fue eso?
-Cuando lo comparé contigo.
-Somos muy diferentes.
-¡Vaya si lo son! Él es la indiferencia personificada. Puedes encontrar además, la mayor colección de caprichos e incoherencias que jamás hayas imaginado. Realmente, hay una gran distancia entre tú y él.
-No te ama, y yo sí.
-¡Esa es la mayor diferencia!
-La que siempre existirá entre ambos... Por cierto, ¿cómo haremos para vernos en adelante?
-Hay mil posibilidades... el lunes, daré una vuelta por la playa privada...
-Perfecto, ¿qué te parece una cena en Altamar?
-Le preguntaré a papá, si está de acuerdo, te llamo.
-¿Cuál es tu pronóstico?
-Altamente positivo. En cualquier caso, la llamada será una cuestión de decencia y buenas costumbres.
-De acuerdo. Quisiera poder visitarte esta noche. ¿Estás en condiciones?
-¡Claro que sí! Estaré en Santa Clara de Asís.
-¿Desde hoy?
-Es que voy a hacer reformas en mi dormitorio, entonces prefiero pasar la noche en la otra casa, contando con que los arreglos tomarán unos cuantos días.
-¿Sigues guardando reposo?
-Algo. No durará mucho tiempo. Los preparativos para la fiesta los puedo hacer desde la cama.
-¿En cuánto tiempo te desocuparás?
-Ya estoy en camino hacia la casa de la playa, supongo que a media tarde, estaré libre.
-Bien. Entonces, en cuanto termine con mi entrenamiento, estaré allí, ya que dudo que tus padres se incomoden.
-Estaré sola, papá sólo estará visible a la hora de almorzar, mamá llega mañana, no tendrás que verla más que en la fiesta.
-Tendré tiempo para prepararme.
-Cierto.
-Te amo.
-¡Ya lo sé!
-Creí que lo habías olvidado, con tanta charla.
-¡Imposible!
-¡Menos mal! ¡Casi me provocas un infarto! Aunque, no tienes que hacer muchos esfuerzos para eso, ¡te basta con usar uno de tus minúsculos trajes de baño!
-¡¿Igual que el martes?!
-Exacto.
-Si lo prefieres, puedo superarlo aún más.
-¡Soy muy joven para morir!
-¡Y yo, para matar! ¡Aunque dicen que, «la práctica hace al maestro»!
-¡Muy graciosa!
-¡No puedo evitarlo!
-Eso veo... ¿Cómo está Tomy?
-Muy bien. La enfermedad retrocedió hasta desaparecer.
-¡Y, ¿dices «muy bien»?! ¡Es un milagro!
-Nada nuevo, sabía que sucedería.
-¡Eres muy especial!
-Fray Fernando le dijo lo mismo a mis padres, hace años, y ellos lo ignoraron.
-Ten un poco de paciencia, ya se darán cuenta de la clase de hija que criaron.
-Se dice fácil, ¿no crees?
-Sobre todo, si es una gran verdad.
-¡Así lo espero!
-¡Hhhh! ¡Quiero verte!
-¡Yo también!... En este momento, estoy llegando a la casa de la playa, ¡tienes que ver lo bello que está quedando el jardín!
-¿Plantas nuevas?
-Rosales.
-¿Color?
-Rojo.
-¡Magnífico!
-El perfume ya se siente en todo el barrio.
-¿Siempre te gustaron las rosas?
-Sí, desde pequeña, pero no tanto como ahora.
-¿Por qué?
-Las espinas.
-Entiendo. Bien, te dejo con los preparativos de la fiesta, amor.
-De acuerdo, nos vemos luego. - Clarisa, cerró el celular, y se sentó en el sofá de terciopelo rojo, con su notebook sobre las piernas.
El muchacho parecía dormir, sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, comenzaba a levitar por la habitación, de cuyas paredes manaba sangre, y de a ratos, podredumbre.
De la misma edad de Clarisa, era, sin lugar a dudas, un joven hermoso. Moreno, de cabellos cortos color azabache, y rutilantes ojos azules, como los de Tuareg del desierto, pestañas largas y rizadas, que daban la impresión de delinear su mirada. Alto, de importante contextura física, piernas y brazos largos, era difícil de dominar en los momentos fuertes de las crisis. Costaba creer que alguien con un rostro angelical como el suyo estuviera padeciendo una auténtica posesión diabólica. Pero esa era la cruel realidad.
Todo comenzó una noche de invierno, en la que su madre encontró en la puerta de su domicilio un misterioso muñeco negro, con dibujos e inscripciones sumamente extrañas. Curiosa, lo conservó y lo puso de adorno en la habitación del muchacho. A medianoche, Jordi no podía dormir, su cama se movía y ardía como fuego en su piel. La situación empeoró día a día: convulsiones violentas, fotofobia, cambios repentinos en el carácter, etc. Lo revisaron los mejores médicos del país y del mundo: estaba clínicamente sano. La familia comenzaba a desesperarse. El colmo de la situación llegó cuando el muchacho se encontró hablando en un idioma desconocido y sus bellísimos ojos, desorbitados cambiaban a un rojo intenso, impresionante, sanguíneo.
La abuela, asustada, enseguida sospechó que su nieto estaba endemoniado. Sus hijos prácticamente se rieron en su cara. La anciana no se desanimó, y una noche, ingresó en la habitación del joven con un frasco de Agua Bendita. La reacción fue increíble: Jordi se enfureció, y la pobre abuela salió despedida por la ventana, rompiendo los cristales, incidente gracias al cual quedó paralítica. La familia, ante este lamentable hecho, tuvo que afrontar una realidad que sobrepasaba cualquier razonamiento.
Seis sacerdotes examinaron a Jordi, los seis tuvieron una muerte violenta, a los pocos días de que el Obispo, quien elevara el caso a Roma, retornara de la Santa Sede. El Vaticano designó a un joven Prelado recién consagrado, aunque con una larga trayectoria en exorcismos.
Como ya sabemos, a Clarisa le había sido encomendada la tarea de administrarle la Eucaristía a la abuela de Jordi. Todo esto, no era más que un preludio de lo que sucedería más adelante. Por eso, las difíciles pruebas a las que la joven estaba siendo sometida.
Ruidos extraños invadían toda la casa.
-«¡Já!... Clarisa Suárez Ripoll... ¡Bah!... ¡Tan sólo eres una niña tonta!... ¡No llegarás viva a este lugar!» - la voz del muchacho era oscura y terrorífica.
La amenaza no seria vana.
-(“¡Hmmmmm!... ¿Qué horas es?... Las 04:00hs... Ya dormí demasiado... La herida está mejor... creo que subiré al cuarto secreto... ¡Hhhh!... En unas horas, amanecerá... y los vampiros regresarán a sus escondites... ¡lamento que mi salud no me deje combatirlos como debería hacerlo!... pero caerán en mis manos, ¡y no tendré piedad!... mientras tanto, continuaré elaborando mi estrategia... si algo me aventaja, además de nuestra arma secreta, es la posibilidad de reunir información en la red... que es precisamente lo que voy a hacer... supongo que en este momento, nadie pedirá datos a las empresas mortuorias, ni a la morgue judicial... veamos... ningún rastro... fotografías... no aparece... autopsias... ¡Santo Dios!... ¡dos novicias!... no vírgenes... un fraile... un obispo hallado en las inmediaciones de un albergue transitorio... junto a él, una prostituta muerta de la misma manera... Definitivamente, se trata de vampiros con un poder que jamás antes habían ejercido... Pamela Torres, ¡por fin!... ¡Es ella!... Dos heridas en el cuello, sobre la vena yugular... ¡Clásico!... Hallada en estado comatoso... secuestro... ¡Un momento!... Esto no parece tener nada que ver con el procedimiento habitual... Lo que significa que, ¡Pam está viva!... Es demasiado temprano para llamar a Fray Fernando... Necesito recoger más información... Aquí parece haber algo... «Cazadoras de Vampíros... legendarias y valerosas doncellas, entrenadas por un tutor, que nace con la misión de descubrirlas y protegerlas... la regla de la Cacería exige que la Elegida sea virgen y se conserve así, mientras dure el periodo de proliferación de nosferatus... sólo un legítimo y santo matrimonio puede multiplicar los poderes de la Cazadora, así como una generosa maternidad...» Bien, parezco tenerlo todo... La casa quedó con las defensas bajas... Entonces, me dedicaré a hacer los encargos de las rosas para todas las propiedades de mi familia... Todo el perímetro deberá estar rodeado de rosales... los vampiros no soportarán el perfume, y se mantendrán alejados... Compraré jarrones de cristal, para el adorno de las mesas de la casa de la playa... El nuevo scanner será un éxito... Papá ganará muchos millones... que yo emplearé en ayudar a los pobres y enfermos... bien...”) - Clarisa pasó otras dos horas frente a la máquina, hasta que sonó el teléfono - ¿Hola?
-Pequeña, soy yo, tu papaíto.
-¡Papá, buenos días!
-¿Cómo estás?
-Bien, matando un poco mi aburrimiento con la máquina nueva.
-Anoche, vino a verme tu amigo.
-¿Cuál de todos?
-Ricardo Sotomayor.
-¡Ah, Richie!
-Estuvo preguntándome por ti, parecía preocupado.
-¡Oh, qué dulce, ¿no crees?!
-Es muy atento: se disculpó por no haberte llevado a casa en horario de niñas decentes.
-¿Te asombra tanta caballerosidad?
-Me satisface.
-A mí también. Es bueno tenerlo como amigo...
-Procura retener su amistad por todos los medios, hija.
-No creí que te interesara tanto.
-Sería muy beneficioso para la empresa que él consumiera nuestros productos informáticos...
-Los consumirá, papá, te lo aseguro... le enviaré una máquina completa, ya sabes: teclado ergonométrico, monitor de LCD, DVD, el disco duro más grande que encuentre, regrabadora de CDs, lápiz óptico, una conexión a la web por banda ancha, teléfono, cámara digital, y el nuevo scanner.
-¡Excelente idea! Y discúlpame, tesoro, ¡no volveré a dudar de ti!... ¡Ah, te tengo un pequeño trabajito! El ministro de Educación me pidió máquinas para un hogar de huérfanos no videntes, creo que esa es tu especialidad...
-¡Gracias, papá! ¡Lo haré con todo gusto!
-No te olvides de la fiesta de mañana.
-¡Por nada del mundo! Me trasladaré esta tarde a la casa de la playa para eso.
-Bien. Es todo por ahora, linda.
-¿Cuándo llega mamá?
-Mañana por la mañana.
-Perfecto. ¿Almorzarás aquí?
-¡Claro que sí! Tengo ganas de estar contigo, hija.
-¡Me alegro! Te veré al mediodía.
-Hasta luego.
-Adiós. (“Bien... Las 08:00hs... ¡Hhhh!... Bajaré a desayunar y me comunicaré con Fray Fernando.”) - la joven regresó a su cuarto - ¿Rosario?
-¿Llamó, mi niña?
-Ya puedes traerme el desayuno.
-Enseguida, mi niña.
-Gracias. - la mucama se retiró - ¿Hola? ¿Fray Fernando?
-¡Ah, Clarisa, ¿cómo estás?!
-Mejor.
-¡Me da gusto! ¿Hay alguna novedad?
-Sí. Se trata de algo con lo que no contábamos
-Dime.
-Pamela está viva.
-¡¿Cómo?! (“¡Dios! ¡Es la primera vez en siglos que hacen algo así!”)
-Sí, está viva. Cuando la policía la encontró, estaba en estado de coma. El caso se caratuló, como tentativa de homicidio, seguida de secuestro.
-¡Vaya combinación! (“Tendré que pedir ayuda entre los demonólogos jesuitas.”)
-¿Cómo enfrentaremos esto?
-Veré si puedo conseguir ayuda de otros sacerdotes y también Obispos exorcistas.
-Nos espera un largo y agotador fin de semana.
-¡Así parece, hija! ¡Por favor, no dejes de orar!
-¡No tienes que pedirme esas cosas, Fray Fernando!
-Lo sé. El sábado por la mañana, te espero en el convento.
-Allí estaré.
-Perfecto. Bendiciones.
-¡Bendiciones! - Clarisa cerró el celular y se vistió.
-Aquí está su desayuno, mi niña.
-Gracias, Rosario.
-Los jardineros acaban de llegar.
-Diles que pueden comenzar a trabajar.
-¡Han traído unos rosales, bellísimos!
-Espero que para esta noche, estén en su lugar.
-Yo también... ¡Adoro las rosas! En especial, las de Castilla.
-Lo sé, Rosario... ¡Hmmm!... ¡Delicioso!... ¿Hay correspondencia?
-Sí, mi niña, enseguida se la alcanzo.
-Bien. (“Leeré el periódico... «RICARDO SOTOMAYOR Y MARIANA ROCH COINCIDIERON EN UN ESTRENO CINEMATOGRÁFICO»... ¡Sabía que algo me arruinarla el día!... «Mariana Roch, acompañada de su hermana Candelaria, acudió al estreno de la película MISIÓN: IMPOSIBLE 3, en una sala en la que coincidió con el campeón de motonáutica, su anterior pareja. Ambos se ubicaron en la misma fila sin prestarse la menor atención, sí acaso, apenas un saludo y desde lejos. Ricardo se retiró del lugar por una salida oculta, minutos antes del final de la proyección, probablemente para evitar el asedio de la prensa, presente a las puertas del cine. Según comentarios de buena fuente, pronto irá a visitar a la joven Clarisa Suárez Ripoll, reciente víctima de un intento de violación. Ricardo, se sabe, no tiene compromiso alguno, al igual que la millonaria heredera, que ha pasado a formar parte de su círculo de amistades. La prensa italiana asegura que hay un romance entre ellos, que podría estar oyendo campanas de boda, antes de finalizar el año... Nosotros, por otro lado, no podemos decir lo mismo, pues nos consta, que la muchacha, de momento, no está interesada en conseguir marido, por ahora, sólo desea recuperar su salud...»... ¡Uff!... He comenzado a cobrar fama... Teléfono, debe ser Richie.”)
-¿Clarisa?
-¡Richie! ¡Sabía que eras tú!
-¿Leíste el periódico?
-Lo tengo en la mano.
-¿Qué opinas?
-No sé qué dirá mi padre, pero yo, por mi parte, no pienso casarme, antes de tener veintiún años.
-Y es nada más que el principio...
-Es una suerte que mañana vengas con tus padres.
-Eso acallará los rumores.
-¿Estuviste con papá?
-Fue toda una sorpresa para él, realmente no te creía...
-No me extraña, recién esta mañana, tuvo la delicadeza de pedirme disculpas.
-Todavía te dura a ti el enojo...
-Más que el enojo, la tristeza y la incredulidad. Ahora no sé hasta qué punto, vale más su fortuna que yo.
-¡No digas eso! Ten en cuenta, que eres su única hija... en su lugar, yo también estaría celoso...
-De modo que eres celoso...
-Me gusta cuidar de la gente que amo.
-Es una buena noticia... No he conocido muchos hombres así.
-Javier, no lo es, ¿verdad?
-Es posesivo, pero no me hace sentir segura, nunca lo hizo.
-¡¿Qué esperas para deshacerte de él?!
-No te desesperes, ya tomé una decisión que será definitiva.
-¿Cuándo se lo dirás?
-Éste Sábado.
-¿En Rainbow?
-Supongo que sí.
-Y después, ¿qué?
-¿Qué crees?
-Imagino que te quedarás en un rincón, oyendo música romántica, mientras me observas detenidamente. Yo veré que estás muy sola y abandonada, y sin pensarlo dos veces, me acercaré a ti, te sacaré a bailar por lo que reste de la noche, y te llevaré en mi coche a tu casa...
-Es un plan bastante parecido al que yo venía trazando, desde que decidí este cambio.
-¿Cuándo fue eso?
-Cuando lo comparé contigo.
-Somos muy diferentes.
-¡Vaya si lo son! Él es la indiferencia personificada. Puedes encontrar además, la mayor colección de caprichos e incoherencias que jamás hayas imaginado. Realmente, hay una gran distancia entre tú y él.
-No te ama, y yo sí.
-¡Esa es la mayor diferencia!
-La que siempre existirá entre ambos... Por cierto, ¿cómo haremos para vernos en adelante?
-Hay mil posibilidades... el lunes, daré una vuelta por la playa privada...
-Perfecto, ¿qué te parece una cena en Altamar?
-Le preguntaré a papá, si está de acuerdo, te llamo.
-¿Cuál es tu pronóstico?
-Altamente positivo. En cualquier caso, la llamada será una cuestión de decencia y buenas costumbres.
-De acuerdo. Quisiera poder visitarte esta noche. ¿Estás en condiciones?
-¡Claro que sí! Estaré en Santa Clara de Asís.
-¿Desde hoy?
-Es que voy a hacer reformas en mi dormitorio, entonces prefiero pasar la noche en la otra casa, contando con que los arreglos tomarán unos cuantos días.
-¿Sigues guardando reposo?
-Algo. No durará mucho tiempo. Los preparativos para la fiesta los puedo hacer desde la cama.
-¿En cuánto tiempo te desocuparás?
-Ya estoy en camino hacia la casa de la playa, supongo que a media tarde, estaré libre.
-Bien. Entonces, en cuanto termine con mi entrenamiento, estaré allí, ya que dudo que tus padres se incomoden.
-Estaré sola, papá sólo estará visible a la hora de almorzar, mamá llega mañana, no tendrás que verla más que en la fiesta.
-Tendré tiempo para prepararme.
-Cierto.
-Te amo.
-¡Ya lo sé!
-Creí que lo habías olvidado, con tanta charla.
-¡Imposible!
-¡Menos mal! ¡Casi me provocas un infarto! Aunque, no tienes que hacer muchos esfuerzos para eso, ¡te basta con usar uno de tus minúsculos trajes de baño!
-¡¿Igual que el martes?!
-Exacto.
-Si lo prefieres, puedo superarlo aún más.
-¡Soy muy joven para morir!
-¡Y yo, para matar! ¡Aunque dicen que, «la práctica hace al maestro»!
-¡Muy graciosa!
-¡No puedo evitarlo!
-Eso veo... ¿Cómo está Tomy?
-Muy bien. La enfermedad retrocedió hasta desaparecer.
-¡Y, ¿dices «muy bien»?! ¡Es un milagro!
-Nada nuevo, sabía que sucedería.
-¡Eres muy especial!
-Fray Fernando le dijo lo mismo a mis padres, hace años, y ellos lo ignoraron.
-Ten un poco de paciencia, ya se darán cuenta de la clase de hija que criaron.
-Se dice fácil, ¿no crees?
-Sobre todo, si es una gran verdad.
-¡Así lo espero!
-¡Hhhh! ¡Quiero verte!
-¡Yo también!... En este momento, estoy llegando a la casa de la playa, ¡tienes que ver lo bello que está quedando el jardín!
-¿Plantas nuevas?
-Rosales.
-¿Color?
-Rojo.
-¡Magnífico!
-El perfume ya se siente en todo el barrio.
-¿Siempre te gustaron las rosas?
-Sí, desde pequeña, pero no tanto como ahora.
-¿Por qué?
-Las espinas.
-Entiendo. Bien, te dejo con los preparativos de la fiesta, amor.
-De acuerdo, nos vemos luego. - Clarisa, cerró el celular, y se sentó en el sofá de terciopelo rojo, con su notebook sobre las piernas.
El muchacho parecía dormir, sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, comenzaba a levitar por la habitación, de cuyas paredes manaba sangre, y de a ratos, podredumbre.
De la misma edad de Clarisa, era, sin lugar a dudas, un joven hermoso. Moreno, de cabellos cortos color azabache, y rutilantes ojos azules, como los de Tuareg del desierto, pestañas largas y rizadas, que daban la impresión de delinear su mirada. Alto, de importante contextura física, piernas y brazos largos, era difícil de dominar en los momentos fuertes de las crisis. Costaba creer que alguien con un rostro angelical como el suyo estuviera padeciendo una auténtica posesión diabólica. Pero esa era la cruel realidad.
Todo comenzó una noche de invierno, en la que su madre encontró en la puerta de su domicilio un misterioso muñeco negro, con dibujos e inscripciones sumamente extrañas. Curiosa, lo conservó y lo puso de adorno en la habitación del muchacho. A medianoche, Jordi no podía dormir, su cama se movía y ardía como fuego en su piel. La situación empeoró día a día: convulsiones violentas, fotofobia, cambios repentinos en el carácter, etc. Lo revisaron los mejores médicos del país y del mundo: estaba clínicamente sano. La familia comenzaba a desesperarse. El colmo de la situación llegó cuando el muchacho se encontró hablando en un idioma desconocido y sus bellísimos ojos, desorbitados cambiaban a un rojo intenso, impresionante, sanguíneo.
La abuela, asustada, enseguida sospechó que su nieto estaba endemoniado. Sus hijos prácticamente se rieron en su cara. La anciana no se desanimó, y una noche, ingresó en la habitación del joven con un frasco de Agua Bendita. La reacción fue increíble: Jordi se enfureció, y la pobre abuela salió despedida por la ventana, rompiendo los cristales, incidente gracias al cual quedó paralítica. La familia, ante este lamentable hecho, tuvo que afrontar una realidad que sobrepasaba cualquier razonamiento.
Seis sacerdotes examinaron a Jordi, los seis tuvieron una muerte violenta, a los pocos días de que el Obispo, quien elevara el caso a Roma, retornara de la Santa Sede. El Vaticano designó a un joven Prelado recién consagrado, aunque con una larga trayectoria en exorcismos.
Como ya sabemos, a Clarisa le había sido encomendada la tarea de administrarle la Eucaristía a la abuela de Jordi. Todo esto, no era más que un preludio de lo que sucedería más adelante. Por eso, las difíciles pruebas a las que la joven estaba siendo sometida.
Ruidos extraños invadían toda la casa.
-«¡Já!... Clarisa Suárez Ripoll... ¡Bah!... ¡Tan sólo eres una niña tonta!... ¡No llegarás viva a este lugar!» - la voz del muchacho era oscura y terrorífica.
La amenaza no seria vana.
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