Libro 2 - Al Pie del Tabernáculo

EPILOGO

La vida en Mallorca ha vuelto a ser simple y serena.
El pequeño Tomy, definitivamente recuperado, acaba de ser testigo de la reconciliación y segunda boda de sus padres, esta vez, como corresponde: por civil y por Iglesia, quizás pronto tenga un hermanito.
La familia Sotomayor, nada dice a cerca de los rumores de la prensa, el tiempo se hace cargo de todo.
Clarisa descansa, mientras cuida a su amiga Pamela, que todavía está convaleciente, en la isla de los Sueños, escoltadas ambas por Richie. El futuro les sonríe.
Jordi ve a su abuela todos los días, en el hogar de ancianos que se encuentra exactamente frente al seminario, pues debe llevarle los Sacramentos, ya que ha relevado a Clarisa en esa tarea. Demás está decir, que el resto de los compañeros de Jordi se han convertido en sus nietos del corazón...
Lamentablemente, los padres del seminarista continúan oponiéndose a la vocación sacerdotal de su hijo, y todo indica que lo harán, hasta que el Obispo decida si reúne o no los requisitos para recibir el Sacramento del Orden.
Fray Fernando, viejo y cansado, se dedica a la oración y la contemplación, a veces en compañía de Jordi, que ha aprendido muchas de sus virtudes. Vivirá unos años más, según cree, hasta ver a su protegido convertido en presbítero.
El matrimonio Suárez ha regresado del Caribe para atender nuevos negocios: joyería y orfebrería.
No hay noticias de vampiros, ni nada que se les parezca, por el momento, pero Clarisa y Richie no descuidarán sus entrenamientos, que ahora comparten muy seguido, Ronrromeo es muy exigente, y sabe lo que hace, sin contar con que no le disgusta que ellos estén juntos y hagan planes de matrimonio... ¡Pero esa ya es otra historia!

¿FIN?

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