Libro 2 - Al Pie del Tabernáculo

5 - Tu fe te ha salvado (parte 2)

La jornada de Vela fue magnífica, Ricardo festejaba su triunfo, aunque no podía dejar de pensar en Clarisa.
-(“¡Hhhhh!... ¡Pequeña!... Anoche, me quitaste el Sueño... Ahora sé que no podré vivir sin ti... ¡No puedo quitarte de mi cabeza!... ¡Precioso angelito!... ¡Quiero estar contigo!...”)
En un prestigioso salón de belleza, Clarisa era atendida primorosamente.
-Aquí tienes el último número de tu revista favorita. - le dijo la peinadora.
-Gracias. - extrañamente, el corazón le dio un vuelco al tomar la revista. Recorrió sus páginas parsimoniosamente, hasta que llegó a la nota que era causante de tan fuerte sentimiento.
-(«MARIANA ROCH Y RICARDO SOTOMAYOR HAN DADO POR CONCLUIDA SU RELACIÓN SENTIMENTAL»... «El campeón de motonáutica asistirá a la fiesta debutante de la joven Ana Paula Von Holmes, con quien más de una vez se le atribuyó un idilio»... “¡Vaya! ¡Ahora me explico por qué lo invitó!... ¡Qué extraño!... Su familia tiene suficiente dinero para querer más fama... Aunque en realidad, quien debería ir, es su padre... Ciertamente, no irá por Ana Paula, ¡sé que quiere verme a mí!... ¡Y yo a él!... Sólo espero que la prensa no se meta en donde no le importa... ¡Hmmm! ¡Qué bronceado tan apetecible!... Parece un pollo a la barbacoa, ¡dan ganas de comérselo!”)
-¡Qué hombre! - exclamó la peluquera, mientras le desenredaba el pelo.
-¡Soltero y libre! (“¡Por poco tiempo, créeme!”)
-¡Esa es una buena noticia!
-Voy a verlo esta misma noche, en la fiesta de Ana Paula Von Holmes.
-¡Entonces, vamos a hacer algo especial! ¿Con quién te vistes?
-Valentino.
-¡Es mi especialidad! ¿Qué te parece si rebajamos un poco tu melena? ¡Para darle movimiento!
-Conserva el largo, por favor...
-¡Desde luego!
Mientras tanto en la casa de los Sotomayor...
-(“Vamos a ver... Smocking... zapatos recién lustrados... Perfume fuerte y sugerente... reloj nuevo... Bien, creo que con esto será suficiente para impresionar a Clarisa... ¡y hacer que se olvide de Javier!”) - pensaba Ricardo, mientras se cambiaba.
22: OO hs.
La lujosa limousine Rolls Royce azul estaba lista para salir.
-¿Ya te vas, hermanito?- preguntó Melissa.
-Sí, es casi la hora de la fiesta.
-¡Hmm! ¡Qué perfume! ¿Para Ana o Clarisa?
-Ninguna de las dos me disgusta, así que, lo pensaré camino a la residencia.
-No te vendría mal una decisión sensata.
-¡Ya lo creo! - exclamó Richie, antes de cerrar la puerta tras de sí.
Los invitados comenzaron a llegar con puntualidad, al igual que los reporteros gráficos.
Ana Paula Von Holmes es hija del primer socio de las empresas Suárez. Nunca fue muy amiga de Clarisa, a pesar de haber estudiado en el mismo colegio. Precisamente, esa era la mayor diferencia entre ambas. Ana Paula odiaba el colegio de monjas, mientras que Clarisa era la mejor de su clase, y la preferida de todos los profesores.
El campeón de motonáutica ingresó a la mansión, y saludó a la anfitriona.
-¡Felicidades Ana, estás guapísima! - le dijo, no sin antes besarle la mano.
-Igualmente
-¿Falta alguien? - preguntó él, mirando disimuladamente la totalidad del salón.
-Hmmm... Aún no llega Clarisa Suárez Ripoll, pero avisó que lo haría con cierta demora... Adelante, ¡diviértete, Richie! - el joven se alejó, sin poder evitar ser fotografiado por la prensa del corazón.
-(“Será mejor que me mantenga distante, ¡estoy harto de rumores infundados!... Clarisa... ¿Por qué tardará tanto?... Supongo que Javier no será la causa... ¡Hermosa!... ¡La impaciencia me mata!...”) - suspiraba Ricardo, cada vez más inquieto.

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